Este 2025 participaron en Festivales especializados de Organillos.
Los organillos llegaron a México a finales del siglo XIX. En las últimas décadas de 1800 migrantes alemanes los importaron desde Hamburgo hasta la Ciudad de México. Sin embargo, durante todo el siglo XX se pensó perdido el vínculo entre la tradición del oficio en México – tocar en las calles los instrumentos – y el desarrollo de la música mecánica en Alemania – la preservación de los organillos -. Una nueva colaboración entre Organilleros y Organizaciones Alemanas y Mexicanas apunta a preservar la historia del oficio juntos .

El Festival de Organillos de Waldkirch, conocido oficialmente como Internationales Klang‑ und Orgelfestival, es un evento al sur de Alemania que celebra la tradición de construcción de organillos en la zona de la Selva Negra. Este 2025 recibió a cinco organilleros de México que participaron en el Festival invitados por la Fundación para Preservar los Organillos. Los organilleros tocaron música mexicana en organillo para el público germano. Presentaron también un baile típico méxicano vestidos con el atuendo de caporal. Las melodías que interpretaron en organillo fueron “Cielito Lindo”, “Mexico Lindo y Querido”, “El son de la Negra” y “La Adelita”. Todas las melodías interpretadas son arreglos recientes hechos en México para organillo.

Waldkirch se encuentra justo entre la frontera de Alemania, Suiza y Francia. La ubicación geográfica privilegiada le permitió ser un lugar de invención, desarrollo y conservación de la música mecánica. En esta localidad se encuentra el Fideicomiso de Preservación de Organillos. El Fideicomiso tiene a su resguardo 160 instrumentos de música mecánica en su mayoría Organillos. En un evento de inauguración de la firma de Organillos Jaeger & Brommer se presentó un documental de las técnicas usadas para producir cilindros de organillos.

El epicentro del Festival se encuentra en el museo de organillos y música mecánica de Waldkirch llamado Etzal. Sin duda el museo de organillos más grande y completo, en cuatro pisos alberga la historia de la producción de organillos mostrando máquinas y técnicas usadas desde hace varios cientos de años. Por las calles de esta localidad de la selva negra y durante el fin de semana del Festival pse ven grupos de organilleros tocando sus instrumentos y ataviados con el atuendo clásico de época o de la localidad que provienen.

Después de visitar varios museos de organillos del Waldkirch y platicar con los organizadores para colaborar en conjunto en el futuro, los organilleros de México continuaron su camino a un segundo Festival de Organillos. En Berlín la capital cultural e histórica de Alemania se realizó la 44 edición del Festival del Organillo donde los mexicanos ya eran esperados.
